La educación virtualizada en tiempos de pandemia
La Covid-19 o Coronavirus ha marcado al 2020 en el curso de la historia, como un acontecimiento que recordaremos siempre. Todos los ámbitos de la vida han sido replanteados desde que comenzó a propagarse el virus a nivel mundial. Y la educación no fue la excepción.

El inicio del ciclo lectivo 2020 sólo fue normal por una quincena en Argentina. A partir del 16 de marzo, los estudiantes de General Roca, de Rio Negro y del resto del país se retiraron de las aulas. Los profesores, preceptores, maestros y directores tuvieron que empezar a planificar y plantear estrategias para que los chicos pudieran estudiar desde sus hogares.
Los dispositivos tecnológicos y la conexión a Internet constituyeron dos herramientas claves para poder seguir. Beatriz Bogado, docente que trabaja en Supervisión de Educación Especial, en General Roca señala que: “las dificultades principales fueron la falta de acceso a Internet y los dispositivos obsoletos”. No todos los estudiantes disponían de conectividad o algún artefacto tecnológico que les permitiera mandar o recibir las clases y tareas.
La tecnología se convirtió en un factor indispensable para mantener el contacto. Las principales herramientas elegidas por los colegios y escuelas fueron: zoom, mail, video llamadas y WhatsApp. Y en aquellos casos que los estudiantes no contaban con dispositivos y conectividad, se bajó el contenido a papel y se distribuyó en fotocopiadoras o puntos de entrega, para que llegara a los chicos y posteriormente volvieran para ser corregidos.

Los establecimientos educativos también tuvieron que reorganizarse y plantear estrategias para llegar a los estudiantes. Como las continuas reuniones de los docentes con el equipo directivo y las planificaciones por área. Se unificaron ejes y se achicaron contenidos, priorizando los saberes más relevantes. La idea era trabajar de una manera más acotada y resumida para no enviar tanto material y abrumar a los estudiantes.
LOS CENS (COLEGIOS NOCTURNOS) TUVIERON UNA RESPUESTA DEL 80% DE SUS ALUMNOS. FUERON LOS CENTROS CON MÁS CONTINUIDAD.
Este 2020 fue un desafío para todos, el sistema educativo no fue la excepción: “Las realidades socioeconómicas de las familias fueron muy diversas; y esta adaptación de la educación a la virtualidad revolucionó los hogares, pero sobre todo a los más humildes. La escuela lamentablemente no pudo llegar a sus casas, ya que la educación pasó a segundo plano” declara Marcela Gaitán, preceptora y prosecretaria en Esrn N° 16.
Patricia Valdez, profesora de Geografía en el CENS 22, CET 1 y CEM 68 relata un trabajo en conjunto en todos los establecimientos donde, asegura “hicieron todo ellos, para poder llegar a cada estudiante de la mejor manera; no solo lo pedagógico, sino lo social y psicológico”.
Se hicieron colectas de alimentos y artículos para el hogar para ayudar a los más necesitados. Se acompañó a muchas familias en situaciones de pérdidas, de abuelos, padres y personas de su entorno a causa de Covid-19. Los preceptores y docentes, sobre todo, fueron los receptores de las situaciones familiares. Los números de teléfonos personales fueron dados a los padres y alumnos por la mayoría de los docentes. Sólo algunos se mantuvieron al margen, desde una postura más cuidada y reservada. Marcela Gaitán cuenta: “el teléfono de un preceptor no dejaba de sonar hasta tarde, se nos complicaron los horarios; tuvimos que ser estrictos con los horarios para no colapsar nosotros”.
Se logró en muchos casos tejer una red que conectaba al equipo docente con las familias. El contacto trascendió a los estudiantes y llegó también a los padres de los chicos. Se conocieron realidades múltiples. Y se tuvo que tener contemplación con cada caso. Muchas familias decidieron no activar lo educativo y dejarlo para el año siguiente. Muchos adolescentes se deprimieron, y se decidió no presionarlos, y atenderlos emocionalmente. Otros que pudieron tener continuidad, se les complicó la conexión a Internet o tuvieron familiares mayores enfermos y debieron interrumpir momentáneamente lo educativo.
Ya está por finalizar este ciclo, y como todos los años, se están organizando las bajadas de los egresados; en esta oportunidad en forma virtual. Se compraron las medallas y los insumos para los diplomas. Ivana Fernández, profesora de música de Esrn N° 151 cuenta: “entre todos, colaborando y organizando la bajada de los chicos, logramos que tengan su egreso, para que no se pierdan ese momento tan importante en sus vidas”.
LOS EGRESADOS TENDRÁN ESTE AÑO UNA BAJADA “VIRTUAL”. UNA MODALIDAD NUEVA, ADAPTADA A LA NECESIDAD DE MANTENER EL DISTANCIAMIENTO SOCIAL.
El trabajo educativo este año de pandemia ha sido un desafío, y una labor de equipo. No solo de los docentes, sino también del círculo familiar de los estudiantes. Pero los chicos han sufrido la peor parte. La presencialidad es muy importante, no solo por los contenidos y el aprendizaje, sino como nexo que los une, que los constituye como seres sociales e integrales. La “normalidad” todavía se vislumbra como algo distante e impredecible. El aislamiento nos ha recluido de la sociedad, de los amigos, compañeros y afectos. Los vínculos han sido puesto en jaque, solo queda seguir con la partida y defender la vida como la pieza más importante.